*Una casa en Tlacotalpan, considerada Patrimonio Cultural de la Humanidad, esconde muebles antiguos, objetos personales y más de una docena de cuadros pintados que se exhiben todos los días en el Museo Salvador Ferrando
Inés Tabal G.
Tlacotalpan, Ver.- Una casa típica del siglo XIX ubicada en el corazón de la Perla del Papaloapan, guarda en su interior muebles antiguos, objetos personales y más de una docena de cuadros pintados que se exhiben todos los días en el Museo Salvador Ferrando.
Al pasar la fachada pintada de blanco con líneas azules que rodean sus tres arcos, te encuentras con Alberto Sánchez, un hombre mayor de 1.60 de altura, que se mimetiza con la historia de este lugar, sus muebles y sus pinturas.
Don Alberto ha narrado varias veces la historia de este inmueble y a cambio de las reseñas que te dará por más o menos 30 minutos, te pedirá 20 pesos como cuota de recuperación para el lugar.
En esta casa, vivió Salvador Ferrando López, un pintor mexicano originario de Tlacotalpan, especializado en retratos y paisajes, en estos últimos plasmaba los de la Cuenca del Papaloapan y de la región.
Parte de su talento permanece vivo en la sala de esta casa, una pared tapizada de más de una docena de retratos que hizo y con su sello particular, dice Alberto, pues todos esos rostros reflejan el efecto “Mona Lisa”, se trata de la impresión de que los ojos de una persona en un cuadro parecen seguir al espectador mientras se mueve.
A cada lugar que te muevas de esta habitación, los ojos de cada uno de estos retratos te vigilaran, asegura el hombre bajito.
“Este pintor, Salvador Ferrando, nace aquí en Tlacotalpan en 1830, fallece en 1908 en Veracruz y vivió 24 años en Italia, ahí se casó. Cuando regresó a México empieza a pintar familias de esa época, casi todas eran de Tlacotalpan”, cuenta el guía.
Este sitio también se encuentra decorado con objetos históricos como un piano que data del año 1850, con detalles grabados en la parte superior del instrumento. Al entrar al recinto te trasportas al antiguo Tlacotalpan, con sus recámaras llenas de muebles hechos de caoba, una cama con respaldo y dosel completo, así como fotografías del pintor y su esposa.
Una habitación completa la adornan máquinas antiguas de coser de distintas épocas y con un diseño diferente, pero que son alineadas simétricamente para que los visitantes no puedan distinguirlas.
“Este es el primer museo que se funda en toda la zona del Papaloapan, tiene más de medio siglo, ya va a cumplir 60 años de fundado, es el primero de este tipo en Veracruz. Por eso lo que van a ver aquí, los objetos, el 90 por ciento son cosas originales, son cosas que pasan más del siglo, las pinturas, los muebles…”, asevera el guía.
En el museo Salvador Ferrando te toparás con pinturas, fotografías antiguas, juegos de cerámica, vestigios prehispánicos de la cuenca, los típicos instrumentos musicales del son jarocho, armas de la Revolución Mexicana, pero, sobre todo, mucha historia.
Una casa es la que guarda casi toda la historia de este pequeño pueblo ubicado a un costado del río Papaloapan y que, según Alberto, fue uno de los precursores para que Tlacotalpan lo nombran como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1998.